Según los textos recogidos en las tablillas Sumerias encontradas en lo que hoy conocemos por Irak, el ser humano no es fruto de una evolución fortuita, sino que Enki, el hijo de Anu venido del planeta Nibiru, modificó geneticamente al homo erectus y nos creó a su imagen y semejanza. Los textos describen a Enki como un gran ingeniero y genetista, por lo que es lógico pensar que fue un acierto encargarle la misión de crear al hombre, pues Enki sabía a lo que se enfrentaba. Coger un ser vivo y cambiarlo a lo largo del tiempo hasta conseguir lo que se pretendía, crear una raza nueva que sirviese a sus propósitos.
Enki, hijo de Anu, venido de Nibiru. También conocido como Osiris, Yhaveh, Quetzalcoatl, etc….
Con la publicidad ocurre igual. Hay que coger una marca, unos productos o servicios y modificar su comunicación hasta que esta sirva realmente a los objetivos para los que se realiza. Y como ocurrió con la creación del ser humano, es mejor no dejarlo en manos de cualquiera.
En MROY creemos en la publicidad como ciencia, no como un conjunto de ocurrencias. No creemos en los dioses etéreos ni en la publicidad ocurrente. Creemos en el valor de nuestro trabajo y sabemos el esfuerzo que supone para nuestros clientes. Por eso buscamos creyentes. Porque sólo si creemos en nuestra profesión podemos hacer publicidad eficaz.
Y si todavía no crees, investiga un poco…